Todos los que se asociaron con las espuelas, desde los seguidores que acudieron a Bilbao en sus miles de tierras, aire y mar, hasta el presidente del club Daniel Levy, podrían, al menos por una noche, trazar una línea bajo el período inarmonioso desde su última final europea, la derrota de la Liga de Campeones en Liverpool en 2019, y relajar una ocasión momentánea.

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