Una niña venezolana de dos años, separada de sus padres deportados por las autoridades estadounidenses, regresó a Caracas el miércoles (14 de mayo) a bordo de un vuelo de deportación, lo que provocó raros elogios del gobierno de Venezuela para el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
“Bienvenido, Maikelys”, dijo la primera dama venezolana Cilia Flores, acunando al niño en el aeropuerto. El niño, Maikelys Antonella Espinoza Bernal, se encontraba entre 226 migrantes venezolanos repatriados en el mismo vuelo, informó AFP.
Protesta pública
La separación de Maikelys de sus padres provocó un alboroto en Venezuela, donde se celebraron varias protestas en Caracas denunciando lo que los activistas describieron como su “secuestro” por las autoridades estadounidenses.
Reunión de madre-hija en el Palacio Presidencial
Aunque la madre de Maikelys, Yorelys Bernal, de 20 años, no estaba en el aeropuerto, la familia se reunió más tarde en el Palacio Presidencial, donde el presidente Nicolás Maduro le agradeció personalmente a Trump.
“Ha habido y habrá diferencias con la administración Trump”, dijo Maduro, “pero el regreso de este niño pequeño es un acto de justicia profundamente humano”.
Presuntos lazos de pandillas citados por nosotros
El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) dijo que el niño fue puesto en cuidado de crianza debido a preocupaciones de seguridad, alegando que sus padres eran miembros de la famosa pandilla Tren de Aragua de Venezuela.
Según el DHS, el padre de Maikelys, Maiker Espinoza-Escalona, era una pandilla “teniente” involucrada en delitos graves que incluyen “homicidios, ventas de drogas, secuestros, extorsión, tráfico sexual y operar una casa de tortura”. Su madre fue acusada de reclutar mujeres jóvenes por contrabando y prostitución.
Madre niega la participación de las pandillas
Bernal, sin embargo, negó cualquier irregularidad. Ella dijo que ella y su esposo fueron detenidos después de rendirse voluntariamente a las autoridades estadounidenses en mayo de 2024, y fueron perfilados debido a sus tatuajes, un rasgo que suele ser la policía con la ley para vincular a los migrantes con la actividad de las pandillas.
Transferir a la prisión de Cecot
Venezuela confirmó que el padre de Maikelys se encontraba entre varios deportados venezolanos enviados a la prisión Cecot de El Salvador, infame por su duro trato a los reclusos de pandillas. La transferencia, sancionada por Trump, ha provocado la condena.
Aunque Washington insiste en que solo confirmaron que los miembros de Tren de Aragua fueron transferidos, los grupos legales dicen que Estados Unidos ha proporcionado “escasas pruebas” para justificar la medida.
Desde febrero, más de 4,000 venezolanos han sido deportados, ya sea de los Estados Unidos o de México, donde se habían reunido con la esperanza de cruzar la frontera de los Estados Unidos.
Patrones ‘profundamente en borde’
Los grupos de derechos humanos dicen que el manejo del caso de Maikelys refleja una tendencia “profundamente preocupante” de separar a las familias migrantes y deportar a las personas sin evidencia clara o debido proceso.
A medida que la administración Trump continúa haciendo cumplir una política de inmigración de línea dura, se espera que casos como los de Maikelys permanezcan en un acalorado debate sobre la aplicación fronteriza, los derechos humanos y la responsabilidad.