La semifinal de la Liga de Campeones del miércoles tenía solo 30 segundos cuando Marcus Thuram rompió el punto muerto para el Inter contra el Barcelona.
El delantero francés produjo una película audaz dentro del minuto inicial, lanzándose por delante de Inigo Martínez para convertir el cruce bajo de Denzel Dumfries más allá de la desesperada Wojciech Szczesny y registrar el gol más rápido jamás marcado en una semifinal de la Liga de Campeones.
Thuram había sido una gran duda de acondicionamiento físico en el primer tramo de este último empate. Inter ha estado sin su No 9 en los últimos tres partidos, todos los cuales terminaron en derrotas sin goles para dejar las esperanzas del club de un triple en huéspedes. A cada lado de las sucesivas derrotas de la Serie A que permitieron a Napoli tomar la delantera en la máxima categoría de Italia, los rivales Fierce AC Milan abandonaron un inter Inter de Thuram de Coppa Italia.
El jugador de 27 años no necesitaba mucho para recordarle a Inter por qué estaban tan desesperados por sacarlo de una lesión del aductor.
Sin embargo, tan rápido como fue el esfuerzo de Thuram, no se acerca al gol más rápido en la historia de la Liga de Campeones. Ese honor pertenece a Roy Makaay, quien despidió al Bayern de Múnich frente al Real Madrid en 2007 después de 10.12 segundos, por UEFA.
El delantero de Valencia, Jonas, necesitaba 10.96 segundos para anotar contra Bayer Leverkusen en 2011, mientras que Gilberto Silva de Arsenal esperó una edad relativa, 20.07 segundos, para encontrar la red para los Gunners en una derrota por 4-0 de PSV Eindhoven en 2002.
El esfuerzo abrasador de Thuram resultó ser solo el primero de los seis goles en un Ding-dong 3-3 sin aliento en Cataluña el miércoles por la noche.