Jagmeet Singh, líder del nuevo Partido Demócrata de Canadá (NDP), anunció que renunciará de su posición de partido después de perder su asiento en Burnaby Central. Singh hizo el anuncio el martes por la noche en su sede de campaña en Burnaby, donde pronunció un discurso de concesión emocional, según Ndtv.
Singh, conocido por su postura en apoyo del movimiento Khalistan, admitió su asiento después de llegar en tercer lugar. El asiento, anteriormente conocido como Burnaby South, se vio afectado por la redistribución antes de esta elección. Singh lo ha celebrado desde 2019.
Se proyecta que el NDP, bajo el liderazgo de Singh, gane solo 7 escaños en las elecciones federales, quedando por debajo de los 12 requeridos para el estatus de partido oficial en la Cámara de los Comunes.
Líder interino para ser nombrado
Singh dijo a los partidarios que renunciará una vez que se designe un líder interino.
Singh subió al escenario y agradeció a sus seguidores y familiares durante la reunión de la noche electoral del NDP. También felicitó al líder liberal Mark Carney por su victoria.
“Gracias y a todos en esta habitación, ustedes vertieron su corazón en esto. Muchas gracias por todo lo que ha hecho. Eres increíble”, dijo.
“Sé que esta noche es una noche decepcionante para los nuevos demócratas. Tuvimos muy buenos candidatos que perdieron esta noche. Sé lo duro que trabajaste. Pasé tiempo contigo. Eres increíble. Siento mucho que no puedas representar a tus comunidades. Sé que vas a seguir luchando por ellos”, agregó Singh.
Reflexionó sobre los sacrificios involucrados en la vida pública, afirmando: “Pero elegimos esta vida por la oportunidad de cambiar el país que amas mejor”.
“Podemos perder a veces y esas pérdidas duelen”, dijo.
“Estoy muy agradecido con mi familia. No puedes hacer este trabajo sin grandes personas, y no puedes hacer esto sin una gran familia que te apoye. Entonces, gracias a mi familia”.
Singh se convirtió en líder del NDP en 2017 y ha liderado al partido a través de múltiples elecciones federales. Su anuncio marca el comienzo de una transición de liderazgo dentro del NDP después de una de sus actuaciones electorales más débiles en los últimos años.